Hoy vamos a preparar el mejor pollo frito casero que vas a probar en tu vida. Esta receta no es cualquier receta rápida; es una receta bien pensada, con paciencia, técnica y mucho sabor. Vamos a usar 14 piezas de pollo con pellejo, para que el resultado final tenga esa textura crujiente y jugosa que todos amamos. El primer paso esencial es marinar el pollo en 1 litro de leche agria. Este paso se hace 24 horas antes de freír, y es clave para suavizar la carne y añadirle un sabor profundo. La leche agria penetra el pollo, lo ablanda y lo deja listo para absorber los sabores de nuestras especias. Al día siguiente, retiramos el pollo de la leche agria y la descartamos. Ahora viene el toque mágico de sabor. En un tazón grande mezclamos una cucharada de cada uno de estos condimentos: sal, sal de apio, ajo en polvo, comino, pimienta con sabor a limón, pimentón ahumado, cebolla en polvo y orégano. A esta mezcla le añadimos un sobre de sazón Goya con culantro y achiote, que le da un color dorado espectacular y un sabor auténtico. Finalmente, agregamos una cucharada de MSG (glutamato monosódico) para potenciar todos los sabores. Con estas especias sazonamos bien cada pieza de pollo. Luego las pasamos por harina de trigo (puedes usar harina todo uso). Una vez enharinado, el pollo se guarda en la refrigeradora por otras 24 horas. Este paso es clave para que la harina se adhiera bien a la piel del pollo y se forme una costra crocante al momento de freír. Pasadas las 24 horas, calentamos suficiente aceite y freímos las piezas por 14 a 16 minutos, hasta que estén bien crujientes y doradas por fuera, y jugosas por dentro. Este pollo queda con una textura espectacular: crocante al morderlo, y lleno de jugo por dentro, con una mezcla explosiva de sabores. Acompañamos este manjar con un puré de papas cremoso. Lo preparamos cocinando papas peladas hasta que estén suaves, luego las aplastamos y les agregamos mantequilla, un poco de sal y crema de leche o leche de vaca hasta que estén bien suaves y cremosas. Además, el día antes de freír el pollo, preparamos un coleslaw fresco y crujiente. Rallamos medio repollo y dos zanahorias, y lo mezclamos con crema agria, leche de vaca, sal, pimienta negra y una cucharada de azúcar. Lo dejamos reposar en la refrigeradora para que se integren todos los sabores. Finalmente, freímos papas para completar el plato. Y con eso tenemos una combinación perfecta: pollo frito ultra crujiente, puré suave, coleslaw refrescante y papas doradas. Una comida completa y digna de cualquier celebración o fin de semana en casa. ¡Te aseguro que si haces esta receta, no vas a querer comprar pollo frito en ningún restaurante otra vez! Esta es la receta que le vas a querer enseñar a tus hijos y nietos. ¡Comida casera con alma y sabor! #PolloFritoCasero #RecetaConSabor #CocinaEnCasa #ComidaDeliciosa #PuréYColeslaw
2025-07-05
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